El suministro energético en Sudáfrica entraría en riesgo en dos años, afirma la empresa estatal del sector Eskom, que en contrapartida no deja de planear gigantescas plantas a carbón con enormes potenciales contaminantes. El gobierno sudafricano va en la dirección contraria a la de las recomendaciones más básicas para combatir la crisis climática.
El 13 de enero activistas de varios grupos ambientalistas se manifestaron frente a la sede del banco estadounidense Export-Import (Ex-Im), en Washington, Estados Unidos, para pedir a la entidad que no financie la construcción de una nueva planta a carbón de Eskom.
Un grupo de manifestantes de esas entidades hizo oír sus reclamos fuera mismo de la sede del banco en la ciudad estadounidense de Washington. Esta planta “sería especialmente peligrosa para los más pobres de Sudáfrica, desplazaría y enfermaría a la población local y agravaría la crisis del clima”, dijo la campañista Karen Orenstein, de Amigos de la Tierra Estados Unidos, citada en un comunicado de prensa conjunto.
La otra planta a carbón proyectada por Eskom y duramente cuestionada también por organizaciones ambientalistas nacionales e internacionales es la de Medupi, en la localidad de Lephalale, provincia de Limpopo. Tendría una capacidad instalada de 4788 megavatios. La empresa espera tener funcionando Medupi a fines de 2012 o comienzos de 2013, y un año más tarde echar a andar Kusile.
Via | RadioMundoReal
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