Soweto, el antiguo gueto negro de Johannesburgo, primera ciudad del país, se ha convertido en una atracción turística para cientos de visitantes que cada mes recorren su calles y barrios de chabolas en bicicleta. Las grandes torres de una antigua central térmica marcan la posición de Soweto, acrónimo de South Western Township (poblado del Sudoeste), erigido en 1963 por el gobierno del apartheid a una hora de Johannesburgo para confinar a la población negra.
Al igual que las favelas de Río de Janeiro y Sao Paolo, Soweto se ha convertido en una atracción turística para cientos de visitantes en busca de un bocado de la auténtica realidad de Sudáfrica, donde 1.8 millones de familias viven en asentamientos informales, medio millón no dispone de agua en sus casas y 360 mil no tienen acceso al agua potable.
El hostal Lebo’s comenzó a realizar visitas guiadas en bicicleta durante la Copa del Mundo de fútbol, celebrada en junio del año pasado; hoy, otros dos albergues ofrecen este servicio que disfrutan unos doscientos turistas al mes. El éxito no ha sorprendido a los organizadores ya que consideran que es un lugar de un encanto especial, tanto para los residentes de Sudáfrica para los miles de turistas que recibe el país.
La casa museo de Nelson Mandela y la residencia del premio Nobel Desmon Tutu son los enclaves del barrio que mayor número de turistas atraen. Según la agencia Soweto Tours, 2 mil 700 turistas se acercaron a la casa de Nelson Mandela o la residencia de Desmon Tutu; pero cualquier visita que se precie incluye también un paseo por las casas de chapa y madera y las tabernas ilegales donde se sirve cerveza tradicional.