Actualmente, más de dos tercios de los países africanos tienen leyes que criminalizan los actos homosexuales y en todo el continente, el encarcelamiento, el asesinato y el abuso de personas homosexuales se ha convertido en parte de la estructura de la sociedad. Ahora, empresarios del sector turístico en Sudáfrica quieren transformar a la «Nación del Arco Iris» en un refugio seguro para viajeros gays y lesbianas.
Ciudad del Cabo espera superar a Río de Janeiro, Toronto y Tel Aviv y convertirse en el destino gay por excelencia. De esta manera, la ciudad ganaría una gran porción del mercado del «turismo rosa» que está valorado en unos US$80.000 millones en todo el mundo. Sudáfrica tiene el único hotel del continente abiertamente gay.
Las ocho habitaciones dobles del Amsterdam House, en Ciudad del Cabo, fundado en 1988, están casi siempre completamente reservadas. El director del hotel, Lourens Botha, dice que otros negocios se benefician del flujo regular de visitantes homosexuales. «Otros hoteles han experimentado un retroceso», comentó Botha. «Pero nosotros tenemos trabajo constantemente y contamos con un alto índice de homosexuales que vuelven a nuestro local».
«En Sudáfrica hemos tenido nuestros desafíos. Bajo el apartheid no podías admitir que eras homosexual. Si lo hacías, te perseguían y te encarcelaban». «Hoy en día dirijo un hotel donde hombres abiertamente homosexuales procedentes de toda África vienen y se sienten cómodos. Están sorprendidos de lo relajadas que son las cosas aquí».
Las parejas gays reciben cada vez más apoyo en Sudáfrica. «Pero todavía hay asuntos pendientes, particularmente para la comunidad lésbica en el país, que ha padecido una discriminación escandalosa». «Estamos avanzando y estamos solos en comparación con el resto de África, pero todavía no hemos llegado al final del arco iris».