Dos oficiales anticorrupción de la policía de Sudáfrica se han ganado un enorme respeto después de rechazar una oferta de soborno de dos millones de rands (unos 200.000 euros) por parte de un presunto narcotraficante. Según las informaciones aparecidas en los medios de comunicación nacionales, a los dos policías se les ofreció el dinero, la mitad por adelantado y en efectivo, cuando fueron a arrestar a un presunto traficante de drogas en la Provincia del Cabo Oriental en Sudáfrica.
En su lugar, los agentes de policía añadieron el soborno como otro cargo para el que acusar al presunto narcotraficante. El individuo fue encontrado con una bolsa que contenía 150.000 tabletas de Mandrax en un almacén, después de que la policía le hubiese estado siguiendo el rastro después de un chivatazo.
Las autoridades policiales han encomiado a los dos agentes de policía por el compromiso mostrado en su trabajo, así como para el beneficio que su actitud representa para la lucha contra la delincuencia en el país. Sin embargo, no se ha decidido todavía si el gobierno concederá un premio especial a los dos policías, después de que estos se hayan negado a recibir cinco veces más que su salario anual por enfrentarse al chantaje.
Las autoridades sudafricanas han adoptado recientemente una postura de tolerancia cero contra la delincuencia y la corrupción, especialmente ahora que el país será anfitrión de la Copa Mundial de Fútbol en junio de este año.
Numerosos policías en diferentes partes del país han llevado a cabo grandes operaciones contra organizaciones criminales dedicadas al narcotráfico, la trata de personas, así como otros crímenes, con la intención de disminuir el riesgo de criminalidad ante el elevado número de visitantes que se espera que acuda al país para participar en el evento futbolístico.
Recientes informes y estudios sugieren que Sudáfrica se ha convertido en uno de los estados más propensos a la corrupción en el continente, casi llegando al mismo nivel que Nigeria. La ex jefe de la policía sudafricana, Jackie Selebi, se encuentra actualmente ante el tribunal, acusada de corrupción por un caso de soborno en el que se habla de cantidades millonarias. El actual presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, también ha visto empañada su imagen por acusaciones de corrupción.