Sudáfrica es el país más famoso del continente africano por la disputa del mundial de fútbol 2010, que fue una vidriera inmejorable para poder lucir a nivel internacional todos los atributos de sus destinos que se destacan por donde se los mire.
Su diversidad hace de este país un espacio de inagotables imágenes y propuestas turísticas, cuyos paisajes van desde las típicas reservas naturales donde se realizan los safaris y las cadenas montañosas hasta las cataratas y las playas de arena blanca sobre las aguas del océano Índico.
Actualmente existen dos alternativas para viajar desde la región hasta Sudáfrica a través de la línea aérea más grande de África: con un vuelo directo de Buenos Aires a Johannesburgo los días miércoles, viernes y domingos o vía San Pablo (Brasil), desde donde parten vuelos diarios.
Las posibilidades para los turistas que vistan Sudáfrica son infinitas: safaris, caminatas y miradores, deportes de agua, turismo de aventura, camping, canotaje, escalada, campamento en las mismas reservas donde se realizan los safaris y estadías en carpas con todas las comodidades.
De toda la diversidad natural y de vida salvaje que posee este país, hay dos alternativas que se destacan por sobre el resto para ser recorridas en los clásicos jeeps de los safaris: el Parque Nacional Kruger, famoso por ser la reserva natural más extensa y reconocida de toda África, y la reserva Lion Sands.
Dentro de sus 3.500 hectáreas, situadas en una de las regiones más primitivas, Lion Sands no sólo alberga una enorme diversidad de árboles y plantas exóticas, sino también grandes cantidades de animales durante todo el año, entre los cuales sobresalen los elefantes, leones, leopardos, búfalos, rinocerontes, cebras, chitas, hipopótamos y cocodrilos.
Via | MensajeroWeb
Foto | Terra