Sudáfrica abrió el primer orfanato para rinocerontes, el centro apenas cuenta con un huésped de cuatro meses que aún no tiene nombre. El “Entabeni Safari Conservancy” se creó con la finalidad de salvar a los paquidermos que se han quedado sin madre a causa de los cazadores. Con cuatro meses, el primero y por el momento el único pensionista del “Entabeni Safari Conservancy”, cerca de Mokopane (norte), todavía no tiene nombre, pero en cambio ya demuestra tener una gran personalidad.
“Trata de tocar nuestro cabello y nuestro rostro con sus labios, y trata de entrar en todos los lugares prohibidos. Es exactamente como uno imagina a un bebé de cuatro meses”, dice la estudiante estadounidense Alana Russell, una de las cuidadoras del retoño de 100 kilos. La iniciativa es una de las múltiples respuestas para la explosión de la caza furtiva de rinocerontes, cuyos cuernos son muy codiciados en el mercado negro de la medicina tradicional china.
Desde principios de año, han muerto cerca de 300 de estos mamíferos que se suman a los 448 fueron masacrados en 2011. Un tercio de las víctimas de la caza ilegal son hembras con hijos, señala la especialista Karen Trendler, encargada del bienestar de los huérfanos que puedan llegar al centro.
“Aquí, tenemos ahora un orfanato sólo para cuidar a los bebés y darles la atención que necesitan”, dice, designando las salas destinadas a los pequeños para los cuidados veterinarios, equipados con una incubadora, material veterinario y una vigilancia vídeo. Las salas se abren al exterior y permiten a los bebés que pueden hacerlo a un corral más amplio.
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